Bendito botón de pausa, bendita baja y bendito el trabajo que hago a diario. Me he dado cuenta en este mes y medio que llevo de baja, trabajando en mí, que hacía mucho tiempo, si no años, en los que no era feliz.
NO hablo de estar contenta hablo de ser feliz a saber de sentir tranquilidad, serenidad, de sentirme completa, realizada y conforme conmigo misma.
Esta terapia me ha servido para muchas cosas, para aprender a decir no, a no agradar a la gente, a pensar en mí y saber lo que es el autocuidado, a saber lo importante que es una alimentación saludable, a entenderme a mí misma, a analizarme... he aprendido muchas cosas. A pesar de esto, llevo más de un año triste, en una montaña rusa, con síntomas de ansiedad, depresivos, vamos un cuadro.
Como siempre las causas de las cosas son múltiples: el ambiente de trabajo no el trabajo en sí, la depresión post parto, muchas muertes muy cercanas, una biopsia que quedó en nada, el no haberme centrado en mi y mi independencia, crisis parejiles, que se tienen por muy sólida que sea una relación... vamos, muy multicausales.
Pues en este mes y medio de baja he empezado a ser feliz, a centrarme en mí, en mis amigos, en ser mucho más cariñosa con mi pareja, en disfrutar de mi hija, Y cómo. Estoy re descubriendo a una Julia nueva, pasamos muchos momentos juntas, jugamos muchísmo, tengo mucha más paciencia,estamos aún más unidas si cabe, la llevo a cole y la recojo, somos cómplices, se siente segura conmigo, y yo me siento menos culpable por todo y mejor madre.
Me empiezo a sentir más segura de mí, de mi intelecto, de mi forma de ser,estar y hacer, incluso de manera física que es algo que desde muy pequeña me ha traido por la calle de la amargura. Estoy haciendo mucho ejercicio físico y psicólógico y sí, me siento más feliz
No hay comentarios:
Publicar un comentario