lunes, 23 de marzo de 2020

Cuando era jovencita era muy idealista, bueno en realidad ahora también lo soy pero no tan intensamente y pensaba, por lo tanto, que las personas eran buenas por naturaleza. Después con los años, me di cuenta que las personas son fruto de lo que viven desde que nacen, de sus circunstancias,de sus vivencias con otras personas,de su capacidad de empatía(desarrollada y genética) de su resiliencia, y también me di cuenta de que las personas no son son, en general, ni buenas ni malas. No hablo de psicópatas ni pedófilos. Si no de las personas corrientes. Las personas que consideramos buenas hacen cosas malas y vicerversa.
Esta cuarentena me está haciendo pensar mucho, me hace pensar en la de curro psicológico que llevo hecho para llevar el encierro mejor que mucha gente sin tarita; me hace pensar en que saca lo peor de muchas personas pero también lo mejor: gente que hace la compra a los mayores de los bloques, gente que nos ameniza las tardes, señoras de 84 años que, altruistamente hace mascarillas, médicos jubilados que se reincorporan para ayudar, médicos que duermen en hoteles para no ir a sus casas y contagiar, gente comprometida, señor que perdona el alquiler a su inquilina porque entiende que este mes es muy duro...una familia increible, videollamadas, mi marido, mi niña, mi Sanchi...
Sé que también hay mucha gente muy hija de puta pero, como siempre prefiero quedarme con lo bueno....

jueves, 19 de marzo de 2020

DEL SEXTO DÍA Y COMUNIDAD

Los días van pesando, los cuellos van doliendo y los codos se dañan a pesar de los ejercicios; las ciáticas de los maridos van pinzándose. Y sólo estamos en el sexto día... Cuando esto acabe habré cumplido los 80 pero, salvo anoche, el ánimo no decae y es lo más importante. Después de los consabidos aplausos diarios, mis vecinos ponen sevillanas, canciones, nos deseamos buenas noches, bailamos y cantamos y eso, aunque parezca una bobada, anima a cualquiera y hace comunidad.

jueves, 12 de marzo de 2020

TRIFELIZ

Ayer estaba destinado a ser un día horrible.
En el mismo día de mi cumpleaños, en el que ya cumplía 39 años y que me hacía sentir anciana, tenía  que ir al psiquiatra. La misma psiquiatra que tres meses antes me había dicho que dejara mi trabajo y que no fuera tanto a terapia, que al remover mucho la caca huele mal. Con los puñeteros días anteriores que había dado a toda mi familia de nervios y angustias, pero sobre todo a mí misma.
Todo apuntaba a que iba a ser un día entre alegre y triste(trifeliz) porque desde las doce de la noche del día anterior hasta las diez de la noche de ayer me estaban felicitando amigos del alma, amigos, familia, compañeros, marido... y eso alegraba. Pero, a la vez, tenía que ver a Marisa.
Le pedí a mi mejor amigo que, después de dejara a Julia en el cole me dejara estar con él en su casa leyendo mientras el trabajaba. Y, como siempre, no dudó un momento"pues, claro"dijo. Me puso el desayuno y  mientras llegaba la hora cada vez me sentía peor... pero pensé "bueno, si me dan el alta pues no pasa nada, tarde temprano llegará; hay que irse preparando"
Pues cuál fue mi sorpresa que cuando me vio Marisa me dijo que me encontraba mucho mejor y más guapa, que estaba haciendo un gran trabajo y que era gratificante trabajar con personas como yo. Fui totalmente sincera: le dije que estaba mejor pero no totalmente bien, le hablé del ejercicio físico y psicológico que hacía a diario y para mi sorpresa DE NUEVO estuvo de acuerdo conmigo en que necesitaba un par de meses más para terminar mi trabajo, estar bien del todo, y no recaer.
Para mí lo mejor no es que me diera más tiempo, que está bien, si no que reconociese mi trabajo y todo lo que hacía para ponerme bien.
Ya sí, feliz y agotada, por la tarde llevé a mi polluelo a merendar y al parque de su cole con todos sus amigos y me sentí muy feliz. Mi amor me hizo más regalos además de la consabida cinta de andar, perfume, pulsera y pintalabios
 Pero sólo ELLA y yo sabemos lo que me dijo en mi felicitación de cumple la noche anterior, pero se cumplió. Parece que me conoce mejor que yo. Ella , mi hogar.

lunes, 9 de marzo de 2020

Los miedos. Miedo a ir a la psiquiatra el puñetero día de mi cumple y que me diga que no es suficiente, que a currar y que si vuelvo a caer  a joderme o a dejar mi curro. Miedo a enfermar, miedo al dolor. Miedo a no poder con mi ansiedad, a no encontrar más recursos que comer. Miedos a que no me entiendan, miedos a que me juzguen... miedo y anticipación. 
Bueno ya tengo gritar y pegar y a coger la pelotita y soltar ... son bastante potentes pero tengo miedo,  yo como siempre anticipando...
Dos días para ir  a la psiquiatra y estoy asustada... le diré la verdad, como siempre pero no sé cómo será su reacción...

jueves, 27 de febrero de 2020

momentos

La vida son momentos. Y la felicidad es la acumulación de momentos felices. Dos copazos con mi hermana Espe y mi amor después de  un mal rato  en el notario; que mi hermano diga que firma lo que queramos y que somos cuatros hermanos a los que no nos importa nada el dinero, y es verdad; la cara de Julia cuando le da la brisa mientras se columpia, ir con Rubén a comprar relajadamente y que me prepare la comida con todo su amor; los desayunos con Isra; los desayunos con Rocío; Julia cantando su canción preferida en el coche mientras a mi se me caen lágrimas de emoción. El pecho se llena de amor al oirla como por oleadas; jugar con los amigos de Julia cinco minutos antes de entrar y sentir felicidad plena.Ver cómo nos queremos los cuatro hermanos; leer sobre psicología o antropología; hacer temas para Rubén; mis momentos de soledad buscada; el restaurante indio con mis amigos; el perol con mis amigos en Córdoba.Un marroquí con Elena y Edu. Un amici miei con M Rosario García Galán y pier. Mis desayunos con Sara Maria Gonzalez Dominguez. Copas de vino en Málaga con buena compañía. Las guerras de pies con Rubén....

lunes, 17 de febrero de 2020

NUBES

Hace tiempo que no paso por aquí y eso no suele ser buena señal. Tengo que confesar que estoy pasando unos días regulares. 
Me he sentido sobrepasada con los alquileres de mis suegros, las llamadas cada diez minutos de Lorenzo y de Isa, la venta y compra de la casa de mi madre, las charlas con ella, me he desbordado. Como me dijo mi hermana Espe en una charla muy larga en la que hablamos de lo divino y lo humano "estás mejor pero no bien, si no no estarías de baja". Y es cierto. Es cierto que mi hermana no sólo me entiende si no que me anima a alejarme y hasta me hace la broma que necesito en ese momento. Somos las dos hermanas"taradas" y, curiosamente, somos las que mejor lo gestionamos todo.
Así, que me he desentendido un poco de todo para centrarme de nuevo en mí, en cuidarme, hacer ejercicio, llevar mi rutina de ordenador, jugar con Julia y todo lo que me hace estar tranquila y serena y feliz.
Es cierto que se va acercando la vuelta al curro y no estoy segura de estar preparada. Rubén y yo echamos números para ver si puedo pedir una reducción de jornada y cuidar más a Julia, las pesadillas no paran , las fantasías de tener dinero para poder irme y dedicarme a otras cosas no paran pero no son más que fantasías.
Lo que hay que hacer es trabajar: hacer el análisis de pensamiento, hacer el ejercicio de problema-búsqueda de solución-aplicación, hacer el ejercicio de exposición en imaginación, hacer ejercicio físico... Es tan curioso que cuando peor estás más cuesta hacer todas estas cosas como si el sofá te llamara y te atrapara y no pudieras moverte para hacer tus labores, psicológicas o físicas , y entonces, es cuando hay que sacar fuerzas de flaqueza, como hoy...
Así, que me he levantado triste pero he vestido a la nena y la he llevado al cole y he visto su felicidad en la cara cunado la brisa rozaba su rostro al columpiarse, y he llegado a casa y he recogido tres cosas; y me he puesto a hacer ejercicio y ahora aquí estoy con mi reto y mi exposición. Triste pero trabajando y quizá, sólo quizás, así mejore todo.

martes, 4 de febrero de 2020

LO MÁS IMPORTANTE

Bueno, pues pese a mis miedos y obsesiones me han dado la baja hasta el día 24 al menos. Qué mala noche, qué pesadillas y que presión en el pecho. Creo, que es evidente que vamos a tener que currar la exposición en imaginación también a la hora de ir al médico ya que me pongo cardiaca, muerta de miedo, miedo a que paren mi trabajo y mi progreso, miedo a que me dejen a medias...Lo bueno es que en el médico se puede trabajar la exposición en imaginación y en realidad. Ayyyy, cuánto trabajo. Pero merece la pena, no merecerá en futuro, ya la merece. Merece mi felicidad de ahora, mi bote de momentos felices, merece mi vida de ahora. Una vez me dijo mi madre que no era capaz de ser feliz teniéndolo todo. Se equivocaba. Lo tenía todo menos lo más importante, a mí.

Cuando era jovencita era muy idealista, bueno en realidad ahora también lo soy pero no tan intensamente y pensaba, por lo tanto, que las pe...